Artículo original redactado por Lucía Corral Riocerezo publicado en Eres Deportista
Las enfermedades renales crónicas son aquellas que afectan a la estructura y función renal. ¿En qué momento de la enfermedad se encuentran los sujetos incluidos en programas de diálisis peritoneal?
Se pueden diferencian tres grupos en la evolución de la enfermedad. En primer lugar, la prediálisis, fase que incluye a los sujetos cuya función renal ha comenzado a disminuir. En segundo lugar, las personas que han perdido prácticamente toda la función renal y se dializan mediante hemodiálisis o diálisis peritoneal. Por último, tenemos a los pacientes transplantados.
Para cada fase, existen unos requerimientos nutricionales específicos. En las siguientes líneas, nos proponemos conocer más sobre ellos.
Enfermedad renal crónica
Para diagnosticar una enfermedad renal, se utilizan los criterios de las guías KDIGO 2012 —Kidney Disease Improving Global Outcomes— que confirman la presencia de enfermedad renal si existe durante al menos tres meses:
- Una disminución del filtrado glomerular por debajo de 60 ml/min/1.73 m2
- Lesión renal puesta de manifiesto directamente —histológicamente a partir de una biopsia renal— o indirectamente por alteraciones analíticas.
En función del filtrado glomerular, se diferencian cinco estadios de enfermedad renal; en la última fase, se hace necesario un tratamiento sustitutivo. La última etapa de la enfermedad renal es la insuficiencia renal, y sucede cuando los riñones ya no son capaces de realizar su función. Frente a esto, existen dos opciones: la diálisis o el trasplante renal.
Descripción del proceso
La diálisis se utiliza cuando los riñones no pueden filtrar la sangre y, como se ha indicado, existen dos métodos: la hemodiálisis, más común, y la diálisis peritoneal. ¿En qué consiste esta segunda opción?
La diálisis peritoneal es mucho más cómoda que la hemodiálisis, pues permite al sujeto dializarse desde casa o incluso viajar. Sin embargo, este método no es válido para todos los enfermos, dado que requiere de habilidad o de una persona que se responsabilice del cuidado del enfermo.
Gracias a la inserción de un catéter en el abdomen, se permite circular un líquido por el peritoneo. El peritoneo —tejido que reviste el abdomen— actúa como filtro y elimina los desechos de la sangre.
Problemas asociados a la diálisis peritoneal: malnutrición
La malnutrición es uno de los problemas más acuciantes durante la enfermedad renal. De hecho, en un estudio publicado se vio que el 63 % de los sujetos incluidos en programas de diálisis peritoneal estaban malnutridos.
Los criterios para diagnosticar malnutrición son:
- Disminución de algunos parámetros analíticos como la albumina, la prealbúmina o el colesterol.
- Una reducción del índice de masa corporal, la pérdida de más del 5 % del peso en menos de tres meses, del 10 % en seis meses o un porcentaje de masa grasa menor al 10 %.
- Depleción muscular evidenciada físicamente o por una reducción de la creatinina sérica.
- Haber limitado la ingesta dietética inintencionadamente
Causas
Un mal ajuste de la diálisis puede conducir a una pérdida del apetito y, por consiguiente, a la desnutrición. Además, las pérdidas proteicas en diálisis peritoneal son mayores que en hemodiálisis y se ven aumentadas durante las peritonitis.
Por otro lado, muchos pacientes en diálisis peritoneal tienen pérdidas de proteínas en orina y sufren anorexia secundaria al tratamiento.
Solución: ajustes nutricionales
Prevenir la malnutrición es fundamental para disminuir la mortalidad asociada. En este contexto, hay que considerar algunas pautas nutricionales especificas.
Proteínas en la diálisis peritoneal
La ingesta proteica es superior en diálisis peritoneal que en hemodiálisis; para pacientes con diálisis peritoneal, lo normal 1,2 o 1,3 gramos de proteína por kilo y día. Este valor puede ser modificado y disminuido en función del estatus de potasio, fósforo y urea.
Recomendaciones específicas: control de peso
En la diálisis peritoneal, es habitual el aumento de peso. Sin embargo, llevar a cabo un control estricto del peso en los enfermos para evitar su aumento es de vital importancia. La ganancia de peso se produce principalmente por dos razones.
Por un lado, hay que considerar que el líquido que se usa para la diálisis contiene glucosa —de la cual se absorbe un 80 %—, por lo que, las necesidades nutricionales de estos sujetos son menores, aproximadamente entre 400-800 kcal / día menos.
Además, es importante que el aporte de hidratos de carbono extra de estos sujetos sea en forma de hidratos de carbono complejos, para contrarrestar así el aporte de hidratos de carbono simples de la diálisis.
Por otro lado, otro problema de la diálisis peritoneal es la saciedad precoz. En estos casos, realizar comidas frecuentes de pequeño volumen puede ayudar.
Cura hídrica
En comparación con la hemodiálisis, en diálisis peritoneal la ingesta de líquidos no es tan restrictiva siempre que se tenga controlado el peso, la presión arterial y el volumen de orina. Las necesidades hídricas varían en función de la orina.
Electrolitos
La restricción de potasio, calcio y fosforo dependerá de los valores séricos observados en las analíticas.