Artículo original redactado por Lucía Corral Riocerezo publicado en Eres Deportista
Las personas que sufren de sobrepeso u obesidad y quieren perder peso han de saber que se trata de una patología multifactorial. Es habitual que estos sujetos acaben optando por remedios poco ortodoxos que les prometan resultados rápidos como, por ejemplo, los batidos o licuados sustitutivos.
La obesidad es una patología que, según los datos de la Organización Mundial de la Salud, afecta a más de 650 millones de adultos y es la causa por la que mueren, como mínimo, 2,8 millones de personas anualmente. Estos datos son alarmantes y se han triplicado prácticamente desde 1975; y lo peor de todo es que su tendencia es al alza.
Esta enfermedad, considerada ya epidemia, ha de ser tratada por profesionales sanitarios y profesionales de la actividad física conjuntamente. Deben realizarse cambios tanto a nivel individual como poblacional, regulando la sanidad y la industria alimentaria.
Métodos para adelgazar
Cuando un sujeto se plantea bajar de peso, es común que la motivación inicial le ayude a perder los primeros kilos. Sin embargo, al poco tiempo, suele producirse un estancamiento, y es ahí cuando estos sujetos se vuelven más vulnerables y pueden optar por métodos no tan recomendados.
Existe la tendencia errónea de sustituir los alimentos por batidos bajo el pensamiento de que para adelgazar basta con ingerir menos calorías. Este método suele acompañar un incremento ponderal al volver a instaurar una alimentación convencional. Su base es la restricción calórica frente al cambio de hábitos, que se ha demostrado que es el tratamiento que más adherencia genera.
¿Zumos para desayunar?
Tradicionalmente, los zumos están presentes en los desayunos, y así se muestra en la mayoría de las cartas de los bares. Pero ¿equivale el zumo a una ración de fruta? Seguro que se entiende mejor con un ejemplo: ¿qué diferencia hay entre desayunar un zumo de naranja a una naranja entera?
Sencillo: la principal diferencia es la saciedad. Cuando se consume una pieza de fruta, esta aporta vitaminas, minerales y, lo más importante, fibra. La fibra sacia y favorece el transito intestinal. Y realmente, ¿no es saciedad lo que se busca a la hora de nutrirse?
Sin embargo, la naranja no solo aporta saciedad por su contenido de fibra dietética. En este sentido, al añadirle pulpa a los zumos, se podría mitigar este efecto y equiparar una naranja a un zumo, pero esto no funciona así.
La digestión comienza mucho antes de lo que se piensa, cuando se ingiere un alimento ya se ha puesto en marcha todo el engranaje de la digestión, los jugos gástricos se han segregado y las hormonas que favorecen e inhiben la saciedad están en marcha. Asimismo, la masticación favorece la cascada de señalización de la saciedad, de modo que también es responsable de la sensación de plenitud.
Pero, más sencillo aún, se puede hacer el siguiente experimento: ¿cuántas naranjas se utilizan para preparar un zumo? Por norma general, se utilizan al menos dos piezas. Entonces, hay que comparar individualmente la saciedad que se produce al beberse un zumo de dos naranjas frente a comerlas. ¿Se entiende la diferencia?
¿Y los batidos?
La ventaja que presentan los batidos frente a los zumos es que en estos no se elimina la pulpa, de modo que no hay pérdidas de fibra. Sin embargo, no todo es oro lo que reluce: al estar triturado el alimento, se pierden las ventajas asociadas a la masticación. Y no masticar implica menor saciedad.
Uno de los problemas asociados al fracaso de la cirugía bariátrica es la ingesta en exceso de calorías en forma de batidos caseros, ricos en nata y calorías. La cirugía bariátrica busca una pérdida de peso asociada, en ocasiones, a una restricción del tamaño del estómago. Así, a menor tamaño del estómago, menor cantidad de comida que se puede ingerir sin tener molestias gastrointestinales.
Sin embargo, no todos los licuados son una mala elección. Existen preparados comerciales de nutrición enteral que ayudan a alcanzar los requerimientos nutricionales en población de riesgo.
Por ejemplo, una rotura de cadera conlleva un aumento considerable de los requerimientos proteicos y, muchas veces, cuesta alcanzar estos valores de proteína con la dieta. En estos casos, los suplementos en forma de batido han de formar parte del tratamiento