Artículo original redactado por Lucía Corral Riocerezo publicado en Eres Deportista
La enfermedad celíaca es una intolerancia permanente al gluten. Cursa con una grave lesión en la mucosa del intestino delgado que ocasiona una absorción inadecuada y el retraso del crecimiento, diarreas o vómitos. Los factores que condicionan su aparición son tanto genéticos como ambientales.
¿Qué es el gluten?
El gluten es la fracción proteica que se encuentra exclusivamente en el trigo, la espelta, la cebada, el centeno y la avena. Las moléculas responsables de esta patología se conocen como prolaminas y, dependiendo del alimento en el que se encuentren, tienen un nombre u otro:
- La prolamina presente en el trigo se conoce como gliadina.
- La de la cebada, hordeína.
- La secalina es la molécula presente en el centeno
- La toxicidad de la prolamina de la avena, conocida como avelina, resulta controvertida.
Diagnóstico de la enfermedad celíaca
Para conocer las formas en las que puede presentarse, es importante conocer el mecanismo diagnóstico. Ante la sospecha de celiaquía, hay que tener en cuenta la presencia o ausencia de síntomas gastrointestinales, si existen o no familiares celiacos y realizar pruebas serológicas.
En adultos, el patrón de oro para diagnosticar la enfermedad celíaca es la biopsia intestinal. Para realizarla, se toma una muestra de la mucosa intestinal mediante endoscopia, se analiza y se valora en base a la clasificación de Marsh.
Epidemiología
En Europa, la prevalencia de enfermedad celíaca es del 1 %; se da con mayor frecuencia en mujeres que en hombres. En España, es de 1/118 en niños y de 1/389 en adultos.
La enfermedad celíaca puede afectar a individuos de cualquier edad, pero se pueden observar dos picos: en la infancia — antes de los 6 años— y durante la cuarta-quinta década.
Tipos de enfermedad celíaca
1. Forma clásica o típica
Los síntomas clínicos están relacionados con la absorción intestinal anormal. Generalmente se produce entre los 6 y los 18 meses de edad, después del destete y con la introducción de alimentos que contienen gluten. Sin embargo, se ha visto que retrasar su introducción no disminuye el riesgo de padecer esta patología.
2. Forma atípica
Se caracteriza por una prevalencia de síntomas extraintestinales, con pocos o ningún síntoma gastrointestinal. Por lo general, las formas atípicas se encuentran en niños mayores y adultos y las características comunes de absorción anormal están ausentes.
3. Forma silente o asintomática
Este subtipo se observa a menudo en sujetos con antecedentes familiares de enfermedad celíaca, pacientes con enfermedades autoinmunes asociadas o genéticas. En estos casos, los sujetos afectados no tienen síntomas clínicos, pero sí que dan positivo en las pruebas analíticas y hay afectación de la mucosa intestinal.
4. Forma latente de la enfermedad celíaca
Es característico de los sujetos con enfermedad celíaca asintomática previa que siguen una dieta con gluten. La serología es positiva, pero no hay atrofia en la mucosa intestinal.
5. Forma potencial
Este termino se utiliza para individuos que nunca han sido diagnosticados de enfermedad celíaca, pero muestran resultados positivos en las pruebas genéticas y serológicas. El estado de la mucosa intestinal es normal o ligeramente anormal.
6. Forma refractaria
Esta forma de celiaquía se define por la presencia de síntomas de malabsorción y atrofia de vellosidades que persisten tras un año de dieta sin gluten.
Tratamiento de la enfermedad celíaca
La dieta exenta de gluten para toda la vida es el único tratamiento dietético hasta el momento. Por esta razón, es muy importante diferenciar los alimentos con gluten de aquellos que no lo contienen.
Aunque en un primer momento puede parecer restrictiva, esta dieta incluye la mayor parte de grupos de alimentos. Los alimentos que no contienen gluten son:
- Leche y derivados lácteos.
- Carnes, pescados y mariscos frescos, en conserva o congelados.
- Huevos.
- Frutas, verduras, hortalizas y tubérculos.
- Legumbres.
- Frutos secos naturales.
- Aceite, vinagre de vino, sal y especias.
- Azúcar y miel.
- Vinos, bebidas espumosas, café en grano o molido e infusiones.
- Cereales sin gluten: arroz, maíz y sus derivados.
De forma general, el celíaco deberá eliminar de su alimentación el trigo, el centeno, la cebada, la avena y todos los derivados de cereales y harinas de estos.
Es importante que las personas celíacas aprendan a leer etiquetas con el fin de minimizar los riesgos de consumo involuntario de gluten. De todas formas, existe una amplia gama de productos etiquetados 'sin gluten' que no deben contener más de 20 ppm de gluten.
Sensibilidad al gluten no celíaca
La sensibilidad al gluten no celíaca es una enfermedad de nuevo diagnóstico cuya prevalencia se estima hasta diez veces superior a la de la enfermedad celíaca. Se caracteriza por síntomas dependientes del gluten en pacientes no celíacos. En estas personas se recomienda evitar el gluten de la dieta, aunque la dieta baja en FODMAPs podría significar un tratamiento efectivo.