A raíz de la crisis del Covid-19 somos muchos los que hemos tenido que cambiar nuestros hábitos y reorientarlos al tener que permanecer en casa. Seguro que algunos estáis aprovechando a recoger y reorganizar vuestra casa. Hoy nos gustaría daros algunos tips para ordenar la despensa, frigoríficos y neveras. Al fin y al cabo, una buena planificación favorece el ahorro y minimiza el desperdicio de alimentos. ¿Empezamos?
Razones para ordenar nuestro frigorífico
El hecho de tener ordenada la despensa provoca que tardemos menos tiempo en encontrar lo que buscamos. Inconscientemente ahorramos energía y minimizamos el riesgo de contaminación que hay cada vez que abrimos la puerta.
Cada balda del frigorífico tiene su función al tener distinta temperatura. Esto ayuda a reducir el desperdicio de alimentos. De forma general, la temperatura ha de oscilar entre los 3 y 5ºC. ¿Cómo podemos conocer la temperatura de cada estantería?
Cada vez son más los frigoríficos que indican la temperatura de cada balda, pero si el tuyo no es uno de ellos puedes hacer la siguiente prueba. Introduce un vaso de agua con un termómetro dentro y comprueba al cabo de unas horas la temperatura. Esto te ayudará a identificar cómo se distribuye el calor y a determinar cuáles son las zonas intermedias, frías y muy frías.
Otro requisito indispensable es almacenar los ingredientes en tuppers o envases individuales y dejar espacio entre ellos para que el frío se reparta adecuadamente. Así, evitaremos que los alimentos toquen las paredes de la nevera.
También es imprescindible limpiar y desinfectar una vez a la semana nuestro frigorífico. Al contrario, no es necesario limpiar nuestro congelador con tanta frecuencia salvo que se hayan generado bloques de hielo. Esto suele estar causado por una descongelación y una posterior congelación, que os recordamos, no es recomendable. ¡Hay que respetar la cadena de frío!
Por último, se recomienda descongelar una vez al año las neveras que no dispongan del Sistema No Frost.
¿Cómo hacerlo?
Sí, el orden en el frigorífico es esencial para hacer que los alimentos duren lo máximo posible en buen estado. Además, la nevera es un foco de contaminación cruzada. Esto significa que un alimento en mal estado puede contaminar a otros que no lo estén.
Como ya hemos mencionado, los alimentos se disponen en nuestro frigorífico en función del frío. Por lo que tenemos que tener en cuenta de dónde proviene, si sale de arriba o de abajo. Independientemente, todos los frigoríficos tienen tres zonas de frío: la zona moderada o menos fría, zona de frío intermedio y la zona más fría. Sí, sabemos que suena redundante.
Pongamos el ejemplo de la nevera de la OCU:

Distintas zonas de temperatura en el frigorífico
En la balda superior, correspondiente a la zona menos fría -donde se incluiría también la puerta- se han de almacenar las frutas, la leche y los huevos. Sin embargo, la mayoría de frigoríficos tienen cajones específicos para fruta y verdura.
En la zona media, los lácteos, los huevos y la comida ya cocinada que vayan a calentarse antes de consumirse como podría ser un guiso del día anterior.
Y en la zona inferior, las carnes y pescados frescos, la comida ya preparada que no precisa calentarse antes de consumirse, como una ensalada lista para comer, y la comida que está descongelándose. Esta última, cuanto más abajo esté mejor, ya que durante el proceso de descongelación pierde agua y si esta se derrama puede contaminar las baldas inferiores.
¿Cómo organizar los armarios?
Para organizar tus armarios, puedes seguir estos consejos:
- A la hora de ordenar tu despensa, pon en los estantes de arriba ingredientes que uses poco, como productos para hornear panadería o pastelería.
- En los estantes del medio, los cuales suelen estar a la altura de los ojos, ten aquellos ingredientes que más usas y que sean saludables: frutos secos, semillas, cereales y granos, conservas, etc.
- En la parte inferior, ten aquellos productos que uses con mucha más frecuencia: sal, azúcar, especias, etc.
Fechas de caducidad
La fecha de caducidad no es lo mismo que el consumo preferente, ¿en qué se diferencian?
La fecha de caducidad es la fecha límite de consumo. Una vez superada, el alimento puede ser peligroso para la salud. Por otro lado, el consumo preferente es una recomendación. A partir de esa fecha nos valdremos de nuestro criterio para valorar el estado del alimento. Solemos encontrar este término en conservas, productos de despensa como la pasta o el arroz, alimentos congelados y yogures.
Una vez queden claros ambos conceptos, vamos a ponerlo en práctica. Saca todos los alimentos de la nevera y despensa y comprueba las fechas de caducidad. Desecha los productos que han caducado y ordena los que no. Coloca en la parte trasera los productos que caducan más tarde, y en primera línea los que se estropean antes. Esto se conoce como sistema FIFO (First In, First Out).